Es
el conjunto de filosofías que afirman que la realidad, o la realidad como
podemos conocerlo, es fundamentalmente mental, mentalmente construida, o de
otra manera inmaterial. Epistemológico, el idealismo se manifiesta como un
escepticismo sobre la posibilidad de conocer algo independiente de la mente. En
un sentido sociológico, el idealismo hace hincapié en lo humano
ideas-especialmente las creencias y valores de la sociedad en forma. Como una
doctrina ontológica, el idealismo va más allá, afirmando que todas las
entidades están compuestas de la mente o espíritu. Tanto idealismo rechaza las
teorías fisicistas y dualista que no atribuir prioridad a la mente.
Desarrollo
histórico.
Esta tendencia que
en si se inicia en la primera mitad del siglo XIX y parte de los supuestos del
racionalismo, conduciéndolos a una posición extrema: las cosas se identifican
con las ideas, la realidad con el pensamiento y lo que es real con lo que es
pensado. Recogen la filosofía crítica de Kant y la defensa de la razón, pero le
dan un sentido distinto (idealismo metafísico). La razón es creadora, una
actividad productora que se sitúa en el mundo y se manifiesta en él. El mundo y
la historia son la expresión objetiva de esta razón creadora. Los idealistas
establecen una relación entre razón y naturaleza considerando que la realidad
es automanifestación de la razón infinita. El yo es el punto de partida de un
proceso dinámico y, en este sentido, es una inteligencia supraindividual,
actividad infinita.
El
término “idealismo” fue utilizado por vez primera en el siglo XVII para
caracterizar la filosofía platónica en cuanto ésta había establecido que la
realidad consiste en Ideas, una tesis que trajo consigo el espiritualismo, o
doctrina que sostiene la existencia de entidades simples, inmateriales y
trascendentes como el alma, los ángeles y Dios.
Según el idealismo, lo que
verdaderamente existe puede ser comprendido por el entendimiento, pero no
percibido por los sentidos, pues es inmaterial. De esta manera se reduce la
realidad a pensamiento, pero no a una clase de pensamiento que no fuera más que
una representación subjetiva, sino a existencias reales, incorpóreas e
invisibles, pero no ininteligibles.
Clases de idealismo.
1. Idealismo Absoluto. Lo que la teoría de la ciencia pretende hacer es
desarrollar el sistema de las formas necesarias de representar y conocer,
queriendo ser así, una filosofía primera u ontología fundamental. A eso era lo
que en definitiva quería llegar Kant, con su deducción trascendental de los
conceptos puros del entendimiento.
En cierta forma Fichte se ubica en ese punto del pensamiento de Kant, que de
hecho quiere completar, "ya que a su juicio Kant se ha quedado a medio
camino". Según Kant, Fichte, ha tomado las categorías de la experiencia, y
que de ninguna manera podrá demostrar que dichas categorías forman "el
sistema de las formas necesarias del obrar" y que son únicamente manera de
inteligencia pura. Lo que expresa Fichte es algo exacto.
En
Fichte el espíritu lo es todo. Nos encontramos así con la premisa fundamental
del idealismo absoluto, una definida filosofía del espíritu: "Lo absoluto
es la idea universal y única que, juzgando y discerniendo, se especifica en el
sistema de las ideas particulares". Idealismo Absoluto es pensar, ser y
verdad, todo es parecido con el espíritu. En Hegel este idealismo es expuesto
diciendo que todo proviene de la Idea
y de su devenir.
2. Idealismo Subjetivo. El punto de partida lo constituye el Idealismo de Kant;
pero es el Kant de la Razón Práctica el que se revela a Fichte como el
verdadero Kant. No le interesa a Fichte el ser y el cosmos, ya que Kant vio en
el hombre el valor absoluto. El hombre lo es todo. El YO de Fichte es la fuente
originaria de todo ser cósmico. El Idealismo de Kant era un idealismo crítico,
para Fichte era trazar unas fronteras para el YO cognoscitivo y volitivo donde
no hay límites; por esto llamamos subjetivo a este idealismo que reduce al
sujeto todas y cada una de las cosas, que lo es todo.
Kant vio en el hombre un valor absoluto, pero para él habría algo más que el
hombre, ahora el hombre lo es todo. "El Yo de Fichte es la fuente
originaria de todo el ser cósmico".
3. Idealismo Objetivo. Schelling descubre tras el ser, el espíritu, como
auténtico ser y fuente del devenir. Pero siendo este espíritu independiente de
nuestro "Yo". Es de esta forma que llegamos al idealismo objetivo,
expuesto principalmente por Schelling.
Schelling partió del yo infinito de Fichte y de la sustancia Spinociana para
armonizarlos con su yo Absoluto, dando origen al principio de infinitud
objetiva. La proposición de la cual parte toda ciencia es: "Yo soy
yo". No hay sujeto sin objeto ni objeto sin sujeto y su enlace es la
representación, pues el yo absoluto debe ser pensado. El papel principal de la
filosofía es resolver el problema de la existencia del mundo, y este sólo se
resuelve teniendo en cuenta la identidad entre sujeto y objeto cuya distinción
debe trascender el absoluto.
4. Idealismo Trascendental. En el apriorismo de la forma vio Kant el carácter
revolucionario de su filosofía. Hasta ahora se admitió que todo nuestro
conocimiento tenía que regirse por los objetos; Kant invierte los términos
estableciendo que los objetos se han de regir por nuestro conocimiento. Esto es
lo que en Kant se conoce como su giro copernicano.
Además de fundar la matemática como ciencia, la Estética trascendental tiene
otra consecuencia importantísima para Kant: «hemos probado suficientemente que
todo lo que es intuido en el espacio o en el tiempo, esto es, todos los objetos
de una experiencia posible para nosotros, no es otra cosa que fenómenos, es
decir, simples representaciones que (...) no tienen fuera de nuestro
pensamiento existencia fundada en sí» (Cfr. Crítica del Juicio).
Lo que quiere decir Kant es lo siguiente: sólo podemos conocer las cosas en la
medida en que están sometidas a las formas de nuestra sensibilidad, y puesto
que el espacio y el tiempo no son propiedades reales de las cosas sino algo
puesto por el sujeto, es evidente que no podemos conocer jamás las cosas tal
como son en sí mismas, sino sólo las cosas tal como nos aparecen. A lo que
aparece al sujeto, Kant la llama "fenómeno", y a la cosa en sí,
"noúmeno". Usando esta terminología, podemos resumir lo que venimos
diciendo: no podemos conocer el noúmeno, sino sólo los fenómenos. Las cosas en
sí, precisamente porque son en sí y no en nosotros, son incognoscibles.
A esta doctrina, según la cual conocemos todos los fenómenos como simples
representaciones y no como cosas en sí mismas, Kant le da el nombre de
"idealismo trascendental".
Precursores.
Immanuel Kant. Nació el 22 de abril de 1.724 en Königsberg (hoy, Kaliningrado, Rusia). Cursó estudios en el Collegium Fredericianum y en la Universidad de Königsberg. En la
escuela estudió sobre todo a los clásicos y en la universidad, física y matemáticas. Se vio obligado a dejar sus estudios universitarios y
ganarse la vida como tutor privado,
en 1.755, y con la ayuda de un amigo, reanudó sus estudios y obtuvo su doctorado.
Pasó
15 años ejerciendo como profesor en la universidad y dando conferencias. Aunque
estas conferencias y escritos durante este periodo le dieron reputación como
filósofo original, no fue catedrático
de la universidad hasta 1.770, cuando se le designó profesor de lógica
y metafísica. Durante más de
cuarenta años, se dedicó por entero a la actividad docente, a la investigación
filosófica y a la redacción de sus obras, que marcaron un hito muy
importante en el desarrollo de la historia de la filosofía. Fue un profesor
querido por sus alumnos, a los que sabía estimular en sus deseos de saber y
conocer más.
Sus enseñanzas religiosas se basaban más en el racionalismo que en la revelación divina, y le crearon problemas
con el gobierno de Prusia. En
1.792 Federico Guillermo II, le prohibió impartir clases o escribir sobre
asuntos religiosos. Acató la orden durante cinco años, hasta la muerte del rey,
y entonces se sintió liberado de su obligación. En 1.798, ya retirado de la
docencia universitaria, publicó un epítome
donde se contenía una expresión de sus ideas de materia religiosa.
Está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. Su filosofía se encuentra recogida en Crítica de la razón pura (1.781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto. Denominadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.
En la Metafísica de la ética (1.797) expone su sistema ético, basado en la idea de que la razón es la autoridad última de la moral. Sus ideas éticas son el resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo, como manifestó en su Crítica de la razón práctica (1.788).
En La paz perpetua (1.795) propone el establecimiento de una federación mundial de estados republicanos. Además escribió Historia universal de la naturaleza y teoría del cielo (1.755), Prolegómenos a toda metafísica futura (1.783), Principios metafísicos de la filosofía natural (1.786), Crítica del juicio (1.790) y La religión dentro de los límites de la razón pura (1.793).
La vida de Kant, hombre sedentario y metódico, estuvo marcada por una gran regularidad; fue la suya una existencia rutinaria, libre de acontecimientos especiales, que transcurrió siempre en su ciudad natal, sin viajar nunca a otros lugares o países. Desde muy joven, Kant se autoimpuso un programa diario de actividades que cumplía con tal precisión y método que los habitantes de Königsberg podían poner sus relojes en hora con solo fijarse en sus entradas y salidas. Tampoco se tiene constancia de amores: existe una carta de una joven, Maria Charlotte Jacobi, fechada en 1.762, en la que aparece una insinuación erótica, y hay también especulaciones sobre posibles visitas a un prostíbulo y sobre su supuesta homosexualidad.
Está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna, del último período de la Ilustración y de la filosofía universal. Su filosofía se encuentra recogida en Crítica de la razón pura (1.781), en la que examinó las bases del conocimiento humano y creó una epistemología individual. Diferenciaba los modos de pensar en proposiciones analíticas y sintéticas. Una proposición analítica es aquella en la que el predicado está contenido en el sujeto. Denominadas analíticas porque la verdad se descubre por el análisis del concepto en sí mismo. Las proposiciones sintéticas, en cambio, son aquellas a las que no se puede llegar por análisis puro. Todas las proposiciones comunes que resultan de la experiencia del mundo son sintéticas.
En la Metafísica de la ética (1.797) expone su sistema ético, basado en la idea de que la razón es la autoridad última de la moral. Sus ideas éticas son el resultado lógico de su creencia en la libertad fundamental del individuo, como manifestó en su Crítica de la razón práctica (1.788).
En La paz perpetua (1.795) propone el establecimiento de una federación mundial de estados republicanos. Además escribió Historia universal de la naturaleza y teoría del cielo (1.755), Prolegómenos a toda metafísica futura (1.783), Principios metafísicos de la filosofía natural (1.786), Crítica del juicio (1.790) y La religión dentro de los límites de la razón pura (1.793).
La vida de Kant, hombre sedentario y metódico, estuvo marcada por una gran regularidad; fue la suya una existencia rutinaria, libre de acontecimientos especiales, que transcurrió siempre en su ciudad natal, sin viajar nunca a otros lugares o países. Desde muy joven, Kant se autoimpuso un programa diario de actividades que cumplía con tal precisión y método que los habitantes de Königsberg podían poner sus relojes en hora con solo fijarse en sus entradas y salidas. Tampoco se tiene constancia de amores: existe una carta de una joven, Maria Charlotte Jacobi, fechada en 1.762, en la que aparece una insinuación erótica, y hay también especulaciones sobre posibles visitas a un prostíbulo y sobre su supuesta homosexualidad.
Immanuel Kant falleció, probable víctima del Alzheimer, el 12 de febrero de
1.804 en su casa, rodeado de amigos y discípulos. La universidad y toda la
ciudad de Königsberg le enterraron con honores propios de un príncipe. creó
toda una filosofía de la Historia. Herder fue discípulo de Kant, y en este se
encuentran las ideas fundamentales de su doctrina. Kant expone sus ideas en un
breve ensayo titulado «Ideas acerca de la historia universal desde el punto de
vista universal». Según Kant, todas las acciones del hombre tienen un fin, por
lo tanto las acciones de todos los hombres, la historia, también tiene un fin:
conseguir la felicidad y la libertad racional. Pero ¿cuándo y cómo se alcanza
ese fin. . Esto supone que el rumbo de la historia no depende de la voluntad de
los hombres sino de la naturaleza creadora. El fin debía estar en una sociedad
única, con un solo Estado y un una sola ley.
Su
Pensamiento.
"nuestro conocimiento
deriva en el espíritu de dos fuentes fundamentales: la primera es la
receptividad de las impresiones; la segunda, la facultad de reconocer un objeto
por medio de estas representaciones".
El pensamiento, entonces, resulta
de la conjunción de ambas facultades. Intuición y concepto conforman todos los
elementos de nuestro conocimiento. La idea kantiana es la posibilidad de la
existencia que determina el uso del entendimiento en el conjunto de la
experiencia completa.
Johann
Gottfried von Herder. Nació
el 25 de agosto de 1744 en Mohrungen
(hoy Morag, Polonia). Y fallece el 18 de diciembre
de 1803 en Weimar.
Cursó estudios en la Universidad de Königsberg con el filósofo alemán Immanuel Kant.
Entre sus primeras obras se encuentran los Fragmentos acerca de la literatura alemana moderna (1766-1767), que preconizaba la emancipación de la literatura alemana de las influencias extranjeras. Los ensayos Sobre el estilo y el arte alemán (1773), escrito en colaboración con Goethe, eran una apología a la literatura popular, a la poesía de Shakespeare y Homero y a desarrollar la idea concebida por Herder del Volksgeist ('carácter nacional'), expresada en la lengua y la literatura de una nación.
Entre sus primeras obras se encuentran los Fragmentos acerca de la literatura alemana moderna (1766-1767), que preconizaba la emancipación de la literatura alemana de las influencias extranjeras. Los ensayos Sobre el estilo y el arte alemán (1773), escrito en colaboración con Goethe, eran una apología a la literatura popular, a la poesía de Shakespeare y Homero y a desarrollar la idea concebida por Herder del Volksgeist ('carácter nacional'), expresada en la lengua y la literatura de una nación.
La literatura española fue de su interés, realizó una versión del Cantar de mío Cid. En el año 1776, con
apoyo de Goethe, obtiene un cargo gubernamental en Weimar. Allí realiza su obra
más importante, los cuatro volúmenes del estudio Ideas para una filosofía de la historia de la humanidad
(1784-1791), donde intenta demostrar que la naturaleza y la historia humana
obedecen las mismas leyes y que, con el tiempo, las fuerzas humanas antagónicas
se reconciliarán. Aunque inacabado, este tratado encarna la mayoría de las
ideas de Herder y ha quedado como su contribución más importante a la
filosofía.
Herder rompió con Goethe y con el clasicismo alemán, y tomó partido por una
poesía de corte didáctico, como Cartas
sobre el progreso del hombre (1793-1797).
Johann
Gottlieb Fichte. Filósofo
y pedagogo alemán. Nació el 19 de mayo de 1762 en Rammenau, Sajonia
(Alemania) y fallece en Berlín
el 29 de enero de 1.814.
Consiguió la cátedra de Filosofía
en 1793 gracias a su obra, Ensayo de
una crítica de toda revelación (1792), puesto que dejó en 1799 cuando
fue despedido acusado de ateísmo.
Tras la invasión Napoleónica en Alemania, escribe ensayos nacionalistas. Su sistema filosófico es una síntesis entre el monismo-naturalismo de la metafísica de Baruch Spinoza y el imperativo categórico de Immanuel Kant. Continuó escribiendo e impartiendo clases y en 1805 consiguió la cátedra de Filosofía de Erlangen. En 1810 comenzó a ejercer como el primer rector de la nueva Universidad de Berlín.
Tras la invasión Napoleónica en Alemania, escribe ensayos nacionalistas. Su sistema filosófico es una síntesis entre el monismo-naturalismo de la metafísica de Baruch Spinoza y el imperativo categórico de Immanuel Kant. Continuó escribiendo e impartiendo clases y en 1805 consiguió la cátedra de Filosofía de Erlangen. En 1810 comenzó a ejercer como el primer rector de la nueva Universidad de Berlín.
Sus obras más destacadas son: Introducción
a la vida feliz; La doctrina de las costumbres; Critica de toda revelación
(1.792); Sobre el concepto de la teoría
de la ciencia o de la llamada filosofía (1.794); El sistema de la moral según los principios de la teoría de la ciencia
(1.798) y El destino del hombre
(1.800).
Georg Wilhelm Friedrich Hegel. Filósofo alemán. Nació el 27 de agosto de 1.770 en Stuttgart, hijo de un funcionario de
la hacienda pública. Cursó estudios de los clásicos griegos y latinos en el gymnasium de Stuttgart. Su padre
deseaba que se convirtiera en pastor protestante, por lo que ingresó en el
seminario de la Universidad de Tubinga en 1.788 donde se hizo amigo del poeta Friedrich Hölderlin y del filósofo Friedrich Wilhelm Joseph von
Schelling.
Fue preceptor en Berna (Suiza) en el año 1.793. Dos años más
tarde falleció su padre, dejándole una herencia que le permitió abandonar su
trabajo como tutor. En 1.801 entra en la Universidad de Jena. Allí concluyó La fenomenología del espíritu (1.807), uno de sus trabajos más importantes.
Considerado como el último de los grandes metafísicos, Hegel realizó contribuciones fundamentales en una gran variedad de campos de la reflexión humana, que abarcan la filosofía de la historia, la estética y la ética social. En cuanto a la historia, sus dos categorías explicativas claves son la razón y la libertad. Entre las obras presentadas bajo el título genérico de Lecciones, se encuentran Filosofía de las Bellas Artes (1.835-1.838), Lecciones de la historia de la filosofía (1.833-1.836), Lecciones de filosofía de la religión (1.832) y Lecciones sobre la filosofía de la historia (1.837). Permaneció en Jena hasta octubre de 1806, cuando la ciudad fue ocupada por los franceses y se vio obligado a escapar.
Considerado como el último de los grandes metafísicos, Hegel realizó contribuciones fundamentales en una gran variedad de campos de la reflexión humana, que abarcan la filosofía de la historia, la estética y la ética social. En cuanto a la historia, sus dos categorías explicativas claves son la razón y la libertad. Entre las obras presentadas bajo el título genérico de Lecciones, se encuentran Filosofía de las Bellas Artes (1.835-1.838), Lecciones de la historia de la filosofía (1.833-1.836), Lecciones de filosofía de la religión (1.832) y Lecciones sobre la filosofía de la historia (1.837). Permaneció en Jena hasta octubre de 1806, cuando la ciudad fue ocupada por los franceses y se vio obligado a escapar.
Cuando agotó los recursos de su herencia, trabajó como redactor en el periódico Bamberger Zeitung de Baviera, más
adelante se trasladó a Nuremberg donde fue director de un gymnasium durante
ocho años. Durante su estancia en Nuremberg, se casó con Marie von Tucher, de quien
tuvo tres hijos: una niña, que murió al poco de nacer, y dos varones, Karl e
Immanuel. Antes de su matrimonio, tuvo un hijo ilegítimo, Ludwig, que acabaría
viviendo con ellos.
Publicó después de siete años de trabajo Ciencia de la Lógica (1.812, 1.813, 1.816). En 1.816 ocupó la cátedra de Filosofía en la Universidad de Heidelberg y publicó
sus pensamientos filosóficos en su obra Enciclopedia
de las ciencias filosóficas (1.817). En el año 1818 se trasladó a la Universidad de Berlín, donde
permaneció hasta su muerte, el 14 de noviembre de 1.831 víctima de una epidemia
de cólera.
Su última obra publicada fue La
filosofía del Derecho (1.821), aunque algunas notas de sus conferencias,
junto con apuntes de sus alumnos, fueron también publicadas después de su
muerte. Hegel elaboró una
filosofía de la Historia que era en realidad la historia vuelta filosofía. Es
decir, no sólo historia de los hechos, sino historia comprendida. Hegel elaboró
una visión racional de la historia universal, situando en el centro el espíritu
de los acontecimientos que hacen surgir los hechos. La historia universal es la
exposición del espíritu y cómo el espíritu llega a saber de sí. Para Hegel el
espíritu es el espíritu del pueblo. Hegel cree que la historia universal es el
progreso de la conciencia de la Libertad, ya que el fin último es ser
consciente de la Libertad, y ejercerla. En este proceso, el Estado es la
representación que el pueblo da a sus aspiraciones y el que garantiza la
Libertad. Sólo en el Estado el hombre tiene existencia racional. Por lo tanto,
la historia es la historia del Estado. Para Hegel todo lo real es racional y
todo lo racional real. Esta es la esencia del idealismo.
Características.
1. El principio de la «ideación» permite preguntar
en todo lo que de algún modo es por su esencia como su «idea»; no sólo por la
idea de las cosas en su orden objetivo y en sus referencias entre sí, sino
también por la idea que ordena en cada caso las relaciones y la conducta del
hombre (idea del derecho, del amor, del estado, del matrimonio, etc.), por la
idea del hombre y de lo que en el tiempo acontece en él, con él y por él (la
idea directriz de la historia), por la idea finalmente del todo y de lo sumo,
del ser y de Dios mismo.
2. Si las ideas son las formas y relaciones
fundamentales ordenadoras de los ámbitos de la realidad, ellas por su parte
están en una mutua limitación y ordenación esclarecedoras, en un sistema
«ontológico». A la sistemática ontológica corresponde, como su reproducción refleja,
la sistemática lógica del pensamiento idealista; sistemática que se muestra
como acción constructiva de la conciencia que comprende de hecho, que ha de
conocer y regirse en su obrar y, por este conocimiento, construirse a sí misma
y regirse en su obrar.
3. En la percepción de la
diferencia entre la forma perfecta y la configuración finita, entre la medida y
lo medido, entre el orden y lo ordenado, entre la idea absolutamente pura y su
realidad imperfecta, se enciende el ethos idealista, que reconoce la
idea conocida como el ideal que obliga, como «lo que debe ser», como el
«valor», y se entrega a éste con todas sus fuerzas para realizarlo (i.
práctico).
En cuanto la idea pura es desde luego la medida y el principio de
ordenación, el cual señala a lo real su lugar en el todo, pero ella mismo no
puede hallarse en ningún lugar accesible a la experiencia inmediata, sino que
«carece de lugar» en el tiempo y el espacio (y puede, por tanto, ser negada por
desconocerse su modo de ser); en consecuencia el pensamiento idealista es en
este sentido esencialmente «utópico»; y el hombre, que, saliéndose de la
realidad inmediatamente experimentable (mundus
sensibilis), asciende al mundo de sus fundamentos ideales (mundus intelligibilis), aparece para
este pensamiento como «ser» necesariamente «utópico».
La significación e importancia
del pensamiento idealista radica en que: frente a todo, el irracionalismo,
mantiene la inteligibilidad de la esencia de lo real; frente a todo, el relativismo,
defiende la absoluta necesidad de un orden claramente cognoscible (en este
sentido, todo pensamiento que reconoce normas y ordenaciones de derecho natural
para la sociedad tiene su origen en la historia del i.); frente a todo
positivismo analítico, conserva la fuerza para la visión sintética del todo,
para el sentido del mundo y de la existencia humana; y, sobre todo, frente a
cualquier ->pragmatismo, mantiene firme la conciencia de que la verdad del
todo, el conocimiento de la esencia, la idea y el valor, no se reducen a puro
medio para el dominio práctico de la existencia, en la lucha con lo real, sino
que, más bien, es misión del hombre transcender lo particular y transcenderse a
sí mismo hacia lo absoluto, pues sólo en esta transcendencia conserva él su
dignidad y puede tener esperanza de hallar su propia consumación.
La tentación del pensamiento idealista consiste en
querer comprender también, en forma idealizante, lo que no puede en absoluto
ser idea: el misterio absoluto e incomprensible del fundamento al que el hombre
está esencialmente referido por su origen y destino, referencia en que él mismo
permanece misterio y, como tal, incomprensible. Su tentación es además
presuponer el orden entero de la esencia, que abarca y mide todo lo particular,
y presuponerlo como comprensible en cuanto totalidad envolvente, y así, mirando
sólo a ese orden, pero «ciego» a menudo para la realidad, querer concluir a la
fuerza un «sistema cerrado» de lo que, de suyo, no puede concluirse ni
forzarse. Pero el verdadero límite del pensamiento idealista se percibe al
tomar en serio la historia.
En efecto, si la historia no
puede entenderse ni como la realización meramente accidental, jamás acabada, de
lo que permanece siempre lo mismo, del eterno orden ideal, ni como el
movimiento real y necesario por el que una idea absoluta se desarrolla y
comprende a sí misma, sino que ha de entenderse como el acontecer, oscuro en su
principio y abierto e indeterminado en su futuro, de la libertad humana en su
mundo; en tal caso la historia es el constante cambio y la configuración
siempre nueva del hombre y de su mundo, e incluso del orden mismo de los entes
en un todo, que presenta en cada caso una faz distinta.
Ahora bien, ese proceso nunca
puede encerrarse en un concepto. Y, por eso, aquí se plantea la cuestión de
cómo sea posible pensar esta historia del hombre y de su mundo sin disolver en
la relatividad histórica la obligatoriedad de un orden que cambia en cada época
(-a historicismo); la cuestión de cómo la exigencia incondicional de lo
esencial, de la idea, del orden, de la medida para cada tiempo pueda
conciliarse con la visión del cambio del orden esencial mismo (tanto de las
cosas como del hombre) en lo relativo al mundo y a la historia.
Fuentes Consultadas.
Rodríguez, G., Gil, J. y García, E. (1.999) Enfoques en la Investigación Cualitativa. Metodología de la Investigación Cualitativa. Málaga: Aljibe.pp 32-38. Disponible en: http://www.esnips.com/nsdoc/e552148d-e194-4bb4-a07f-4706ada42ad2. (Consulta: 2.014- Enero 30).
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Gurdián-Fernández; Alicia (2.007) El Paradigma Cualitativo en la Investigación Socio-Educativa. Costa Rica: IDER, CECC, AECI.Disponible en: http://www.sica.int/busqueda/busqueda_archivo.aspx?Archivo=libr_19236_1_13102007.pdf. (Consulta: 2.014 Enero 31).
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Padrón J. (2007). Tendencias epistemológicas de la investigación científica en el siglo XXI. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/oaiart?codigo=2284734.- ISSN 0717-554X.(Consulta: 2.014 Febrero 01).
Universidad Complutense de Madrid (Sin fecha). Diccionario Crítico de Ciencias Sociales La editorial Anthropos Disponible en: http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/.(Consulta: 2.014-Febrero 03).
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